Ese "je ne sais quoi" que sientes cuando te mudas con tu pareja. Los cajones derechos son míos y los izquierdos son de él. Acomodar toda mi ex-credenza suena complicado en cierta manera. ¿Cómo voy a meter toda mi vida en solo 3 cajones, mientras que en la cabeza de él solo se emociona por tanto espacio que va a tener para él solo?
Ya saben cómo somos las mujeres, damos vueltas y vueltas para encontrar la mejor forma de acomodar las cosas. ¿Arriba lo que uso más y abajo lo que menos uso? ¿O por color me acomodaré mejor? Vi en algún lugar que si doblo las camisas verticalmente voy a poder darme cuenta de todo lo que tengo y no solo usar la de arriba.
Después de horas de sacar y meter, doblar y desdoblar, por fin encontré el acomodo perfecto para mis cajones. Al voltear hacia la cama, veo una montaña de ropa que está esperando ser guardada y me pregunto: ¿qué pasará si le robo un cajón a él? Lo más probable es que no se dé cuenta, y así ese sentimiento de angustia desapareció porque todo cabe sabiéndolo acomodar.